24 de diciembre de 2010

Reflexiones por Navidad


Las calles abarrotadas de personas preocupadas en sus reuniones, en sus compras, en sus adornos, en lo que van a cocinar para la navidad....luces, tráfico, dinero por aquí y por allá...saludos:" no debo olvidarme de...". Todos intentando ser buenos, todos sacando sus mejores deseos para el amigo, para el hermano, para el vecino. Nuestro mundo se expande con un sentimiento contagioso por compartir, por estar juntos.
Yo me pregunto¿es todo esto navidad?
Creo que es esto y mucho más. Es la dimensión de humanidad; de la alegría que nos da celebrar el cumpleaños del amigo, del padre, del hijo; la alegría de saber que cada año renace Jesús.
La fecha no importa; podría ser diciembre, mayo, septiembre...lo importante es el sentimiento de fiesta que produce recordar a Jesús en Navidad.
A pocas horas de navidad; y trabajando justamente con mujeres en trance de ser madres, mujeres que estrenan su maternidad con sus bebes "nuevos" cual Jesús en Belén, indefensos, con hambre y frío. Mujeres de todo el mundo, de toda condición, que al igual que la madre de Jesús pasan por el trance del dolor y la alegría del nacimiento. No hay mejor lugar para recordar que Navidad es una elegía a la vida, al dolor que se olvida a tener al hijo en brazos.
Hace unos momentos un colega me dijo que no quería ningún regalo; solo quería PAZ.
Hay "regalos" que no se compran, que no se obsequian, porque no tienen precio, no hay lugar dónde comprarlos. No hay persona que nos lo pueda dar.
Hay regalos que nos tenemos que hacer a nosotros mismos; buscar en nosotros mismos; sentirlos nosotros mismos.
Por eso , me gustaría que cada uno de nosotros encuentre su propio regalo: PAZ. AMOR. VALOR. ALEGRIA.
Por eso: Tengamos todos una feliz Navidad

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