Trabajar contracorriente

Cada día que iniciamos nuestro trabajo y tratando de evitar "raspones", recibimos los consejos de todos quienes nos dicen: "has sólo lo necesario", "solo cumple y te vas", "termina y sal de allí"...y no saben lo dificil que me resulta aceptar que esa forma de ver el trabajo diario es aceptar que "todo esta bien", que no hay remedio y no debemos luchar contracorriente.

Yo me pregunto; ¿Y nuestros principios?, ¿Nuestros ideales se agotaron?, debemos acaso adherirnos a un sistema injusto y avalar de ese modo las injusticias?....por otro lado, "morir por una causa justa" vale la pena? o es estratégico esperar y reforzar nuestras energías en otros campos más productivos?.

El solo hecho de cumplir con nuestro trabajo es "trabajar contracorriente", cuando, en mi caso , vale más enseñar a los pobres pacientes el valor de lavarse sus manos para evitar enfermedades sin arrojarles agua (como hacen otros colegas) o llevandole una taza de agua para que tomen su pastilla sin importar que esa es "funcion del técnico".Vale más la compañía

Los amigos de siempre

Que reconfortante es encontrar a nuestros amigos de siempre. A los que creiamos perdidos y que mas bien me creían perdida a mi.
Esos amigos que compartieron parte de nuestra vida y que al encontrarlos nuevamente es como si nos vieramos de todos los días. Hablamos como locos de cosas simples y complejas, con una comicidad que arranca carcajadas de verdadera alegría al sabernos comprendidos.
Y yo que me sentía tan sola.
La vida que ha transcurrido parece tan larga y los caminos parecen tan divergentes que pensé que nunca sabría de ellos y pensé que me habrían olvivado...mas no es así; ni uno ni otro y parece que al final todos estamos como al inicio de nuestras vidas, cargados de ilusión, ganas de cambiar el mundo (a pesar que ya hemos cambiado nuestros mundos) y sobretodo porque estamos como al inicio solo como amigos, de siempre, como su nombre lo dice: Siempre.
En esa etapa de la vida se forjó mucho de nuestro destino; se crearon parejas, familias, amistades. Con esa amistad tan franca que está para no pedir nada, sólo estar allí ,conversando de cualquier cosa. Aunque tengamos todo o no tengamos nada.
No son esos amigos que se acercan a tí para decirte que eres "bueno, inteligente, que beben tus vinos, que te aconsejan a luchar por lo que ellos temen porque son cobardes de sangrar en el intento. Esos amigos que comen de tu plato y al día siguiente envenenan el alma de tus enemigos. Esas personas a las que les abriste tu casa y tu corazón con la inocencia que te caracteriza, de pensar que encontrabas a alguien que te comprnediera. En fín, sentirse incomprendido, solo, marginado, rechazado, como nos decía nuestro amigo "ermitaños", porque duele equivocarse, sobretodo con las personas.
Allí estaban los verdaderos amigos, con sus problemas, sus luchas diarias y periódicas, que al cruzar su vista con la tuya son capaces de dejar sus lugares para compartir contigo como lo hicieron en su juventud cuando no teniamos nada mas que energía y deseos de cambiar al mundo.
Ole por los amigos de toda la vida